Por Lic. Alexander Romero Mendoza
Señalé dos días antes del
fallecimiento del Presidente Hugo Chávez que era conveniente que su familia
tomará la decisión de convencerlo a que renunciara para que abriera el camino a
la paz y a la reconciliación, en este país, no lo hicieron y ahora la
confrontación y el peligro de enfrentamientos es aún más grave y latente. A Hugo Chávez siempre lo admiré como
militar, en él había “Don de mando”, en él había una personalidad arrolladora
que inspiraba el más sublime de los respetos, en él había la reciedumbre de un
carácter que no permitía vacilaciones ni errores, era un soldado completo. Con
el político claro que tuve diferencias compartí muchas de sus decisiones pero
me opuse a otras tantas, y la más grande de las decisiones que no compartí fue
la intencionalidad casi milimétricamente calculada de dividir a esta noble
nación en dos visiones de país, que al final fueron tres, la que le apoyaba
incondicionalmente, la que le adversaba casi visceralmente y la tercera de la
cual formo parte, que aprobábamos y apoyamos muchas decisiones pero nos oponíamos
al resto, sin embargo esa posición no nos impidió reconocer en todo momento la excepcional capacidad de Hugo Chávez
para ser siempre el centro del huracán.
Que si tiene méritos, claro que
los tienes y son cientos, que si tuvo errores, claro que los tuvo y fueron bastantes,
que si merece ir al “Panteón Nacional” claro que lo merece, pero ”ojo” cumpliendo los lapsos y requisitos
establecidos por la constitución, no es prudente una enmienda para alterar esos
lapsos, hay que esperar que sea una nueva generación de venezolanos la que evalúe
esos méritos y lo lleve a tan sagrado recinto, es lo más lógico, que quienes
juzguen su obra y su pensamiento no hallan sido las personas que estuvieron en
su entorno, así tiene más valor el reconocimiento, hacerlo ahora producto de la
emotividad del momento, del luto que embarga al país, y del sentimiento de solidaridad
con su familia, en lugar de exaltar la obra de Hugo Chávez la mermará. Así que
a todos los que están haciendo algo para llevar al Presidente Chávez al Panteón,
nuestro apoyo pero que se esperen los 25 años que establece la constitución nacional
y que sea en otro tiempo cuando los resultados sean más evidentes, que políticos
y ciudadanos con poder de decisión tomen la iniciativa de considerar su obra como
suficiente para que este insigne venezolano le haga compañía a Simón Bolívar y
a todos los ilustres compatriotas que han llegado a este lugar, ícono de la historia
nacional y de sus protagonistas.-
Lo que ha venido luego de informar
de su fallecimiento, con todo respeto, ha sido patético, sobre todo luego del
anuncio que no sería sepultado el día viernes 8 de Marzo cuando correspondieron
los honores de Jefe de Estado, han convertido su funeral en una especie de
feria, inclusive el inicio del debate electoral ha implicado que su nombre haya
sido utilizado y pisoteado de lado y lado, ¡Que falta de respeto tan grande a
su memoria y a su familia! y de ello responsabilizo a Nicolás Maduro y
a Henrique Capriles, sobre todo al primero quien ha sido el portavoz casi
diariamente de la improvisación y de todo lo que ha manchado los honores y la
despedida a este gran líder, que si son 7 días de duelo nacional, que si el
presidente será embalsamado, que si son 7 días más de duelo, que si no será sepultado
sino llevado al “Cuartel de la Montaña”, que si ahora no será embalsamado, y en
eso ya llevan 10 días, haciendo cadenas de radio y de televisión para contestar
ofensas delante de la urna del célebre comandante, con una serie de anuncios
que reflejan que pareciera que no hayan qué hacer con el cuerpo de quien en
vida, pidió ser sepultado en Sabaneta de Barinas al lado de su Abuela Rosa,
como el mismo cariñosamente le decía, La impresión que da es que quiere
extender al máximo las exequias para darle la mayor proximidad al proceso
eleccionario y sacarle el mayor de los provechos al dolor y al luto, no hay
otra explicación, diría un connotado periodista crítico y mordaz que Nicolás, Elías
y Diosdado tienen miedo de sepultar al presidente ante la incertidumbre de no saber
qué será de ellos y del proceso revolucionario sin el Comandante Chávez quien
lo lideró siempre y en todo momento hasta antes de partir de entre nosotros.
Sin duda que un altísimo número
de venezolanos reconoceremos siempre la obra de Hugo Chávez y lo recordaremos
con cariño, especialmente quienes tuvimos la suerte de contarnos entre sus subalternos
en el digno ejército venezolano “Forjador de Libertades”. Y es lo justo, un
hombre que cambió el rumbo de nuestra historia, que impulsó una nueva constitución,
que sacó a los más desposeídos de la oscuridad en la cual los metieron quienes gobernaron
este país por años, ya en el olvido quedará todo lo que hizo mal para lograr
esos objetivos que alcanzó, esa intolerancia y esa confrontación que alejó su gobierno
del dialogo y de la comunicación con sectores neutrales, adversos y contrarios a sus políticas,
y es allí en donde quedará la gran responsabilidad de los llamados a continuar
su obra, y es tomar de Hugo Chávez todos sus aciertos y desechar todos esos
errores que como humano cometió, pero antes de eso hay que aceptar que en
realidad sí cometió esos errores, y no cegarse e idealizar todos sus actos sin
excepción y establecer así, las bases de
una vida en armonía entre todos los venezolanos afectos y contrarios a la que
desde ahora pasa a ser, casi que oficialmente, la “Ideología Chavista”, no
hacerlo sería poner en peligro la estabilidad de este país, y la transferencia
del legado de Hugo Chávez a futuras generaciones. Los líderes del PSUV que
quedan con su dirección deben afrontar la realidad con integridad y capacidad,
sin fanatismos ni sentimentalismo emocionales, considerando que el mejor
homenaje que se hace a la memoria del Presidente Chávez será la de mantener la
paz y la estabilidad de este pueblo, sin imposiciones, sin abusos de poder ni
de autoridad, sino sembrando el espíritu de la concordia para cosechar el
bienaventurado estado de calma, estabilidad y porvenir. El fanatismo exacerbado
es tan peligroso, como el irrespeto ambos pueden conllevar a decisiones fatales
y a resultados devastadores, lo que amerita que se decida y se trabaje con
conciencia y responsabilidad, recordando todo lo de Chávez, pero aplicando solo
lo mejor de su pensamiento y obra. Dios sabrá recompensarlos y premiarlos y la
patria y sus hijos sabremos agradecerlo eternamente.
HUGO RAFAEL CHAVEZ FRAIS,
que descanses en paz, que seas recibido en el reino de los cielos y desde allá
ilumines y sirvas de guía a quienes tendrán la responsabilidad de conducir el país,
porque un error de ellos será la desgracia de este pueblo generoso que supo
valorarte y reconocerte siempre.
Q.E.P.D MI COMANDANTE!!!!!!!
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