10 de marzo de 2010

LA "QUINTA COLUMNA" O LA "QUINTA PATA AL GATO".




Históricamente la expresión «Quinta columna» se relaciona al general español Emilio Mola, al referirse en una locución radial de 1936 sobre el avance de las tropas sublevadas en la guerra civil de España hacia Madrid. El general mencionó que mientras bajo su mando cuatro columnas se dirigían hacia la capital madrileña, a saber, la que avanzaba desde Toledo, la de la carretera de Extremadura, la de la Sierra y la de Sigüenza) había una quinta, formada por los simpatizantes del Alzamiento, que dentro de la capital trabajaban clandestinamente en pro de la victoria franquista.


La expresión se usa desde entonces para designar, en una situación de confrontación, a un sector de la población, generalmente minoritario, que mantiene supuestas lealtades hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, ideológicos o étnicos. Tal característica hace que la “quinta columna” sea vista como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven y susceptibles de colaborar de distintas formas con el enemigo.


Esa idea y expresión pasó posteriormente a todas las guerras posteriores como en la Segunda Guerra Mundial se llamó a los franceses que residiendo dentro de Francia esperaban en 1940 el triunfo de la Alemania nazi. Dicho término se extendió en Holanda y Noruega para sus ciudadanos que mostraban más simpatía y lealtad hacia el Tercer Reich que hacia su propio pueblo, apoyando la invasión de sus países de origen.

Los miembros de la “quinta columna” reciben el apelativo de quintacolumnistas. Hoy el término tiene una connotación negativa, según analistas los movimientos de resistencia son mejor vistos en general que las quintas columnas, pero podría decirse que existe un cierto solapamiento entre ambos.


En la actualidad en Venezuela se escucha a defensores del gobierno de Hugo Chávez justificar que las cosas en la revolución no marchan mejor por el sabotaje interno que mantienen los "quintacolumnistas" que hacen vida dentro del gobierno del presidente Chávez. Muy a menudo se denuncia la infiltración en distintas dependencias de la administración pública y empresas del estado de elementos desafectos al gobierno que preside Hugo Chávez. En realidad esto cuesta trabajo creerlo hoy día porque luego de haber transcurrido 11 largos años, resulta imposible pensar en que no se haya depurado el aparataje gubernamental y no se hayan sacado a los desafectos a la ideología política de turno.


Si bien es cierto que en la administración pública no debería ser requisito indispensable el militar en una organización política, principalmente la de gobierno ya que el desempeño profesional y de servidor público en nada debe estar vinculado con el pensamiento y las simpatías políticas, En Venezuela ahora mas que nunca se tiene como condición sine quanon que para ocupar un cargo de funcionario público en cualquiera de los poderes del estado, debe no solo parecer sino ser activista del Partido Socialista Unico de Venezuela (PSUV).


Lo antes señalado pareciera utópico en la teoria, pero en la práctica para el Presidente Hugo Chavez se trata de imponer el "ser" sobre el "deber ser", según este criterio para los funcionarios de nivel bajo o intermedio se cuenta con la ley de carrera administrativa, que además de respetar su estabilidad en el trabajo, contempla sanciones que podrían ser aplicables en casos de incumplimiento de los deberes inherentes al cargo correspondiente que podrían llegar hasta su destitución en casos extremos, pero en cargos de mayor jerarquía es necesario, además de la competencia técnica y gerencial del individuo para desempeñarlos, una actitud insospechable de actuar en contra de los objetivos del proceso revolucionario.


Los mas radicales defensores del régimen chavista han denunciado que en la industria petrolera y petroquímica, pilares fundamentales del estado, y en otras empresas del estado de enorme importancia estratégica, como es el caso de CADAFE (hoy Corpoelec) primera industria de generación eléctrica del país están o han estado funcionarios no plenamente adeptos al proceso, y ello justifica los errores garrafales que se han cometido y que han afectado la imagen y popularidad del presidente en los últimos meses. Casos como el del ex-presidente de dicha CADAFE, Nervis Villalobos, hoy Vice-Ministro de Energía y Minas que según la base chavista es una persona cuyo pasado lo vincula al partido Acción Democrática y que en el presente está muy vinculado a una empresa que presta servicios en el área de Web.Hosting cuyo propietario formaría parte del grupo de "Los doce apóstoles" en el muy criticado primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, siendo además según esos chavistas, accionistas de dicha empresa los señores Miguel Enrique Otero, director del Diario "EL NACIONAL" y un yerno de Tejera Paris, e inclusive llegan a relacionar a Henry Ramos Allup, al General(R) Guaicaipuro Lameda, Carmelo Lauría, Leopoldo López (Ex Alcalde de Chacao).

La verdad es que si el Presidente Hugo Chávez se pone a hacerle caso a los "calienta orejas" como Mario Silva, José Vicente Rangel y otros no menos desquisiados, que se empeñan en hacer ver que la Revolución está infiltrada y que esos infiltrados son los que cometen los errores que el pueblo venezolano endosa al presidente, en lugar de "Quinta Columna", lo que encontrarán será "Quinta pata del gato", osea encontrarán lo que no se les ha perdido, porque en esa paranoia comenzará una "caceria de brujas" muy peligrosa para la estabilidad del gobierno de Hugo Chávez, ya que desconfiar de quien no se debe, es una situación que enferma todo tipo de relación y para la gente de confianza del presidente será muy desagradable saber que esa confianza es inestable y condicionada a lo que el presidente pueda creer o dejar de creer de sus colaboradores mas allegados.-


Si bien es cierto que la corrupción parece haber minado muchos sectores de la revolución, la acción debe ir encuadrada en la designación urgente de un "Implacable" Superintendente de Gestión Pública que tenga poderes plenos reportando directamente al presidente y caiga quien caiga, delate a los corruptos y se los ofrezca al presidente en bandeja de plata y éste sin vacilaciones los destituya y los denuncie ante las autoridades competentes y ante la opinión pública. Debe entender entonces el presidente Chávez que denunciar al corrupto tiene mayor recompensa que encubrirlo para evitar un escándalo que favorezca a la oposición, porque a la larga el pueblo entenderá que hay un interés gubernamental por desmarcarse y desligarse de la corrupción, cosa que no ha sido tan evidente en este gobierno de Hugo Chávez. En tales circunstancias podemos decir que la "Quinta Columna" dentro del chavismo no está con intenciones de beneficiar al enemigo de manera premeditada, sino por beneficiarse ellos producto de su enriquecimiento ilícito y con ello perjudicar al gobierno y por simple deducción lógica se beneficie a la oposición, pero no hay la misión directa de lograr ese objetivo sino que se produce de manera indirecta.


Siempre le he escuchado al Presidente Chávez referirse a que su revolución ha sido infiltrada en varias ocasiones, y se refiere a Luis Miquilena, a Alfredo Peña, a Isaias Baduel, a Manuitt, etc etc. y en realidad esos señores se han apartado de su entorno por diferencias ideológicas luego que el presidente tomara la triste decisión de emular y seguir el pensamiento de un hombre muy cuestionado por su separación de los principios de libertad y democracia como Fidel Castro. Es lógico que el Hugo Chávez que llega a Miraflores en 1999 no tenía pensado convertirse en socialista y él mismo lo asevera en varias entrevistas previas a su triunfo del 6 de diciembre de 1998, pero las circunstancias de la paranoia y los temores que le sembraron le hicieron creer que estaría en peligro hasta su vida y se alió al hombre que tiene mas amenazas de muerte en el mundo, para que le asesorara en la forma de evitar y castigar la traición, y Castro lo aprovechó al punto de lavarle su cerebro e imponerle de manera muy persuasiva una agenda socialista que apunta al comunismo, ya que como todos sabemos el socialismo es la primera etapa del comunismo.-


Cada dia mas y mas simpatizantes de este proceso se sentirán cansados de los reiterados discursos presidenciales señalando al imperio, al capitalismo, a la oligarquía y a la burguesía como culpables de los problemas del país, y eso se verá reflejado en cada proceso electoral, poco a poco serán menos los seguidores al presidente si no cambia su discurso y empieza a asumir con valentía los errores de la revolución como sus propios errores, si comienza a desligarse de los corruptos y genera mas confianza que otra cosa, porque eso de pensar que dentro de su gobierno hay una "Quinta Columna" o un "Caballo de Troya" o todas esas pendejadas que le comentan los adulantes y lisonjeros de oficio, pueden hacer mas daños que el que causarían esas figuras infiltradas en el caso que existieran, porque es peor intentar escapar de nuestros propios errores y justificarlos que afrontarlos y corregirlos, lo primero los intensifica y nos destruye lo segundo nos hace dignos y libres.-